EL PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN PANADERIL ASEGURÓ QUE PRONTO HABRÁ CIERRES DE PANADERÍAS

El lunes estuvo convocada en Chascomús toda la dirigencia de la Provincia, dada la difícil situación de los propietarios de panaderías en donde a los costos de los insumos se suman otros inconvenientes que tienen que ver con la realidad económica del momento.

Raúl Santander el presidente de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires se refirió al tema en cuestión durante una entrevista radial con la FM 101.5 de Chascomús.

Comenzó diciendo que “Antes, cuando uno alquilaba el costo era elevado, pero hoy no podemos pagar las facturas de luz, gas y agua. No se pueden solventar”. Agregó que “en toda la provincia de buenos aires tenemos con la Federación tenemos centros de panaderos constituidos, y en donde no es así, tenemos delegaciones, por ejemplo, el lunes salvo tres casos, estuvo representada toda la provincia, no nos olvidemos que nuestra Federación tiene asociadas más de 8.500 panaderías legalmente constituidas, y no hablemos de la clandestinidad que crece a ritmo agigantado”.

Mencionó que el problema de las panaderías clandestinas destruye al sector, porque les hace imposible el competir, y que las autoridades hacen “la vista gorda” al respecto, y de continuar de esta manera, algunos se verán obligados a suspender o tener que despedir gente, o incluso a cerrar establecimientos.

Aseguró que el producto es un producto sano, que se elabora día a día y que a diferencia de otros productos el pan cuando pasan un par de días “está para rayar”.

Un pan lacteado, se mantiene unos diez a quince días por los conservantes, a diferencia del nuestro. También el valor de un pan lactal de 200grs. Supera muchísimo el valor del pan de mesa que elaboramos.

Dijo que han pedido distintas reuniones con legisladores y ministros, pero las autoridades no los escuchan y no tuvieron resultado alguno.

Destacó que Chascomús estuvo representada por el presidente local, Darío Leguizamón.

Para terminar, mencionó el caso de Mar del Plata en donde se clausuró por cuatro días un establecimiento por una infracción menor que fue no entregar el ticket correspondiente “mientras que por otro lado tenemos un Ministro de trabajo que tiene empleados en negro”, culminó indignado.