La compra de uno de estos dispositivos nos pone frente a una importante cantidad de modelos a elegir. El uso que le vamos a dar es el primer paso para elegir sabiamente.
Ya sea que lo miremos como una herramienta de trabajo o como un juguete, la compra de un drone puede ser un poco complicada debido a la importante variedad de modelos que se pueden adquirir en el mercado. Para gastar nuestro dinero de la forma más sabia, es aconsejable tener presente ciertas cuestiones clave.
Cuánto gastar: depende de muchos factores, pero sobre todo de cuánto estamos dispuestos a desembolsar. En general, a mayor precio, mayor son las prestaciones del dispositivo. Por lo tanto, si lo que buscamos es comprar nuestro primer drone para aprender las nociones básicas, no es necesario que vayamos tras un modelo tope de gama, sino que algo básico posiblemente va a satisfacer nuestras necesidades, sin golpear nuestro bolsillo.
Por el contrario, si queremos un drone para utilizarlo como herramienta de trabajo, debemos mentalizarnos en invertir una buena suma. La cámara, la calidad de la imagen, duración del vuelo y mejor control al pilotear son algunos de los factores que influyen directamente en el precio final del producto.
Tiempo y distancia: los modelos más económicos pueden volar alrededor de diez minutos, por lo que siempre es recomendable llevar una batería de repuesto. Por su parte, suelen tener una distancia de control que ronda entre los 50 y 100 metros.
Ahora bien, si nos decantamos por un drone de gama media o alta, la duración de la batería ronda entre los 20 y 30 minutos. Además, pueden alcanzar altitudes de vuelo de 500 o más metros.