Publicamos una nota de Jorge Machi sobre una artesanal actividad que probablemente se transforme en una sección de esta revista.
25 de mayo de 2023
Hace cerca de 90 años, en nuestro país, los juguetes deseados por los niños, además de la pelota de cuero Nro. 5, y la camiseta del club de su preferencia eran los de hojalata-
La firma Matarazzo, conocida por la fabricación de pastas secas, llego a la Argentina, estableciéndose en la ciudad de Rosario. Matarazzo y Cía. fue fundada en 1934 por Francesco y sus primeros juguetes fueron fabricados en la década del ’40, incluyendo una amplia gama de autos sedán, de carrera del tipo “bólido” –monoplazas largos y aerodinámicos-, voiturettes y limousines, camiones, motocicletas, motos con sidecar, aviones, transatlánticos con motor a vapor, el ómnibus “Expreso Alegría”, furgones de reparto, cocinitas, baldes, trompos, juegos de playa y otros artículos como patos caminadores. Para abaratar los costos se utilizaba generalmente material de descarte, como revelaba la observación del reverso de los juguetes, pudiéndose comprobar que esa lata había pertenecido a una de tomates o de dulce.
El cierre de la importación causado por la Segunda Guerra Mundial significó un notable aumento de la producción de juguetes nacionales. A su vez, la política del gobierno promovió regalar a los niños un juguete para Navidad y Reyes, lo que dio un gran impulso a la industria argentina.
Entre 1932 y 1934, RK de Rosé instaló “Al Paraíso Infantil”, una fábrica de autitos, monopatines, triciclos y carretillas, donde también vendía otros juguetes.
Alrededor de 1950, otra firma, La compañía Eico -Electro Sociedad Colectiva-, fabrica uno de los juguetes que se ha convertido desde hace años en uno de los mas buscados por los coleccionistas: el Ruterito. La llamada Escudería El Ruterito consistía en varias versiones de juguete. Por una parte, autos de carrera de Turismo Carretera y sobre esta base, una versión de auto de policía. Otros, autos de carrera tipo Grand Prix, es decir monoplazas. Los otros Ruterito eran una variedad de camiones, que también eran juguetes grandes, de unos cuarenta centímetros de largo con apertura de puertas, capot, tapa de baúl con bisagras y llantas de metal. En ambos casos, existía una versión normal o standard y la “de lujo”, con faros que funcionaban con una pila.
Otra firma, Halcón y Alteza fabricaban muñecas y en la década del ’50 se asociaron a Vispa para fabricar juguetes mecánicos de hojalata litografiada. Uno de sus productos notables, fue un juguete de hojalata consistente en un coche-motor o tranvía a cuerda que recorría una vía que subía hasta el punto más alto y luego bajaba hasta llegar a una especie de estación. Halcón Vispa fabricó también otros artículos, como el tren de chapa Disney Express, de 70 centímetros de longitud, en el que aparecían litografiados los muy populares por entonces personajes de Walt Disney – Mickey, Pato Donald, Pluto -, tanto en su locomotora a vapor como en los dos vagones de carga.
Aquí en nuestra ciudad, alguien que se ha dedicado desde siempre a la construcción de automodelos con su hermano Antonio, me refiero a Jorge Macchi, ha tenido la oportunidad de restaurar un Ruterito hace ya 3 años aproximadamente y en la actualidad acaba de terminar un camión volcador de aquellos años .
En ambos casos contó con la colaboración de un amigo chapista, Dario Granara, para quien asegura no tener palabras de agradecimiento por su dedicación, adaptando su profesión a estas increíbles miniaturas.
El realizo el resto, masilla, fondo, pintura, detalles etc etc.
Aquí les dejo unas fotos del Ruterito como estaba y como quedo.
Ahora fotos del camión recién terminado, varias fotos del proceso de restauración.
Debo aclarar que este camión es anterior a los fabricados por las firmas mencionadas en esta nota. Esta construido en chapa no en hojalata y a principios de los años 30.