En un entorno amable y distendido, frente a la belleza litoraleña del río Paraná, una ciudad –histórica, natural, cultural- que sorprende a niños y adultos.
Rosario, en la provincia de Santa Fe, es una ciudad ideal para pasarla bien en familia, por sus distancias cortas, que permiten recorrerla a pie o en bicicleta, su gran número de espacios verdes y un recorrido de 8 kilómetros para disfrutar de paseos junto al río Paraná. Entre las opciones para la familia se destaca el “Tríptico de la Infancia”, premiado por Naciones Unidas, e integrado por La Isla de los Inventos, El Jardín de los Niños y La Granja de la Infancia. Tres espacios ubicados en distintos puntos de la ciudad, cada uno con una identidad propia pero a la vez con criterios comunes: lugares en los que está “prohibido no tocar”, en los que se fomenta la creación colectiva y en los que se entretienen por igual grandes y chicos. Además, en días soleados, siempre es una buena elección disfrutar de los distintos paseos y parques con juegos al aire libre… y del inmenso río Paraná. Allí, muy cerca de la ciudad están las islas, de una naturaleza exuberante y misteriosa, que reciben a los visitantes con sus historias, con juegos y asados preparados por lugareños, para compartir una jornada inolvidable.
Las propuestas del “Tríptico de la Infancia” constituyen una aventura en sí misma. Basta como ejemplo la misteriosa Sala de las Pócimas -en La Isla de los Inventos-, donde los más pequeños disfrutarán de un ritual de producción de fórmulas en un laboratorio preparado exclusivamente para ellos, o la Máquina de Volar –en El Jardín de los Niños- donde, sostenidos por arneses, pueden experimentar un vuelo como el de sus superhéroes favoritos. La oferta se completa con Las Fábricas, un espacio para construir y diseñar objetos con diferentes técnicas y materiales; El Ferrocarril, una recreación para conocer la historia ferroviaria; La Montañita Encantada, un recorrido laberíntico con alteraciones, entradas falsas, puntos de duda, obstáculos y señales; y La Máquina de Trepar, dos bergantines del siglo XVI convertidos en grandes trepadores que pueden abordarse desde distintos puntos. En La Granja de la Infancia, los chicos pueden realizar actividades vinculadas a la tierra: sembrar, regar, alimentar a los animales y hasta preparar un rico pan casero. La amplia gama de los juegos y actividades ofrecidos por el Tríptico encuentra un complemento perfecto en la naturaleza isleña. Es imperdible realizar una excursión náutica para surcar el río Paraná en lancha e internarse por arroyos y riachos. Algunas excursiones ofrecen desembarcar en un sector de las islas preparado para recibir visitantes. Allí, entre caminatas y avistajes de aves, los chicos se divierten pescando mojarritas y participando de una original búsqueda del tesoro. Al regreso, una propuesta divertida para los niños consiste en cocinar, junto a sus padres, con productos regionales y bajo la dirección de un reconocido chef rosarino (con el lema “Cocina con tus papis”). Más tarde, siempre será reconfortante compartir una picada en un bar de la costa, observando el atardecer sobre el Alto Delta del Paraná.
Otros espacios para pasarla bien en familia son: Plataforma Lavardén, el Complejo Astronómico Municipal, La Casa del Agua, el Museo de los Niños y el International Park.
Además, en Rosario hay restaurantes que conjugan una excelente gastronomía con sala de juegos (kinder), lo que permite que los grandes se relajen por la noche, disfrutando de cenas donde las claves del sabor local siempre están presentes.