Según confiaron al portal Infobae fuentes calificadas del ministerio de Seguridad, por medio del sistema de protección de denunciantes fue descabezada la unidad de la policía Federal de Chascomús.
A raíz de una denuncia interna de un suboficial que revistaba en la subdelegación de esa localidad bonaerense, se descubrió que el jefe de unidad, el subcomisario Jorge Morel, alertaba a delincuentes información sobre la incautación de drogas y se negaba a investigar casas sospechadas de ser cuevas de operaciones de narcotráfico de la zona.
Luego de que el suboficial se sometiera al programa de protección, el equipo del Ministerio de Seguridad liderado por Pablo Costa, Damián Arabia y Carlos Manfroni coordinó las tareas de investigación con la Superintendencia de Asuntos Internos que lidera el comisario mayor Ernesto Cancio López.
Tras un operativo sorpresivo en Chascomús, se comprobó toda la denuncia. Ahora, el jefe de unidad de Chascomús fue sumariado, puesto a disponibilidad y tiene una denuncia penal en su contra.
Según revelaron a Infobae fuentes del ministerio que dirige Bullrich, el caso de Chascomús no es aislado. Hay otro amplio listado de denuncias de corrupción interna. «Recibimos un promedio de 3 o 4 denuncias diarias en forma anónima, y cada día que pasa el sistema se muestra más confiable para los agentes denunciantes», dijo en reserva un funcionario del área. La intención de este grupo es que aumenten los casos de denuncias como el de Chascomús.
Pero el equipo de control interno de las fuerzas de seguridad no se limita al tema del sistema de protección de denunciantes. También desarrolló un riguroso sistema de pedido de declaraciones juradas de bienes a los 96.700 agentes de todo el país. Ante la presentación de los datos aportados, el Ministerio de Seguridad realiza un cruce con las bases de datos del registro automotor, los registros de inmuebles de todo el país, las bases de datos de embarcaciones con Migraciones, y con la evolución de los legajos presentados, hace un seguimiento del patrimonio de los uniformados.
A su vez, el equipo del Sistema de control interno comenzó a realizar exámenes psicofísicos sorpresivos a agentes de todo el país. Ya hubo controles del Equipo de Prueba de Integridad que hizo exámenes de alcoholemia, test de drogas y un test psicológico de gendarmes, prefectos, policías de la Federal y de la PSA.
La idea central de este equipo es depurar desde adentro y generar confianza con la nueva administración. En caso de que haya un éxito rotundo de esta experiencia, los encargados de llevar adelante este trabajo sueñan con extender el programa a otros ministerios.