La central obrera anunció la primera marcha para el 7 de marzo y un paro general para la segunda quincena del mismo mes. Mientras tanto, la UTA se sumó al reclamo, manifestando que “se perdió la confianza en el gobierno.
Parece que la paciencia de los gremios se va agotando, y a medida que pasan los días, son más los gremios que se suman a los reclamos al gobierno de Mauricio Macri, en un momento en que hasta los más cercanos, o los más pacientes se están mostrando molestos con el incumplimiento de los empresarios con los despidos y la inacción del gobierno nacional.
El plan de lucha quedó definido hoy durante la reunión de Consejo Directivo, que finalmente se realizó en la sede de la FeMPINRA, encabezada por los tres secretarios generales Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña y con la participación de la totalidad del cuerpo deliberativo de la central.
Al finalizar la reunión, Daer sostuvo que: «Hoy resolvimos no participar más de las mesas del diálogo para la producción y el trabajo mientras siga esta situación crítica con los empresarios”
«Nos vamos a movilizar con los gremios de la industria al Ministerio de la Producción el 7 de marzo donde vamos a comunicar nuestra propuesta». En tanto, manifestó que habrá «un cese de actividades con una movilización de la totalidad de los gremios confederados para la segunda quincena de marzo, con lo cual ya hemos recibido el apoyo de las organizaciones sociales».
Desde la Unión Tranviaria Automotor (UTA) se sumaron a la convocatoria de la central obrera y fueron contundentes: «La medida de fuerza es un hecho».
Roberto Fernández, secretario general del gremio, fue contundente al señalar: «Cada vez hay más despido y suspensiones. Estamos muy preocupados. Si esto no camina, en marzo va a haber problemas»
«Los empresarios se comprometieron a frenar los despidos y las suspensiones y esto continúa. Nosotros solo queremos cuidar las fuentes de trabajo», añadió en declaraciones efectuadas a Radio Mitre.
Lo cierto es que la tensión crece entre los sindicatos y el gobierno, todo esto sumado a que estamos transitando un año electoral, lo que aumentará las presiones y las necesidades desde ambas partes.