Cinco integrantes de una familia murieron intoxicados y un bebé fue rescatado con vida. El barrio, en shock por una tragedia que pudo haberse evitado.
01 de Julio de 2025
Una tragedia silenciosa sacudió al barrio porteño de Villa Devoto este martes por la tarde. A solo una cuadra de la estación de tren, una casa ubicada sobre la calle Sanabria, entre Pedro Morán y Ricardo Gutiérrez, se convirtió en escenario de un episodio fatal: cuatro adultos y una niña de 4 años perdieron la vida por inhalación de monóxido de carbono.
La emergencia comenzó con un llamado al 911. Al llegar al lugar, los efectivos de la Policía de la Ciudad encontraron una vivienda con puertas abiertas y un cuadro desgarrador: un hombre y una niña yacían inconscientes. Un familiar que había llegado antes dio el primer aviso y pidió auxilio desesperadamente.
Con la intervención de los Bomberos, se ventiló el ambiente para permitir el ingreso del personal del SAME, que solo pudo constatar lo peor: todos estaban muertos.
Las víctimas fueron identificadas por sus edades: dos adultos mayores, una mujer de 79 años y un hombre de 75; una pareja joven, de 42 y 43 años respectivamente; y una nena de 4 años, hija de esta pareja.
Sin embargo, en medio de la tragedia, ocurrió un milagro: un bebé que también estaba en la casa fue hallado con vida. Consciente y sin aparentes signos de intoxicación grave, fue trasladado de urgencia al Hospital Zubizarreta y se evalúa su derivación al Hospital de Niños o al Pedro Elizalde para una atención más especializada.
Un enemigo invisible
El monóxido de carbono es un gas sin color, sin olor y altamente tóxico. Cada año provoca cientos de muertes en hogares argentinos, especialmente en los meses fríos, cuando se incrementa el uso de estufas y calefactores en ambientes cerrados.
Este trágico hecho vuelve a encender las alarmas sobre la importancia de mantener ventilados los espacios, controlar periódicamente los artefactos a gas y prestar atención a síntomas como dolor de cabeza, náuseas, somnolencia y mareos.
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