TANDIL – En las últimas horas, la vecina Erica Lanzini puso de relieve una situación que preocupa a 96 familias que necesitan un permiso municipal para construir sus viviendas, más precisamente en el Proyecto 3 de urbanización de la Asociación civil «De Corazón Tandilense», la organización «que más respuestas habitacionales viene dando en nuestra ciudad en los últimos 20 años», destacó.
«Desde hace tres años venimos haciendo un depósito mensual que nos permitió, con mucho esfuerzo, adquirir un lote del que saldrán nuestros 96 terrenos. Hoy el lote ya es nuestro!. Desde octubre de 2021, la provincia de Buenos Aires garantizó un aporte de 50 millones de pesos para financiar a la Asociación las obras que permitirán dotarlo de agua, gas, cloacas y desagües pluviales. En junio de este año, la Dirección Provincial de Hidráulica de la Provincia hizo un estudio del predio otorgándole a nuestra asociación el Certificado de Aptitud Hidráulica «para la ejecución de las obras proyectadas que comprenden: relleno y nivelación del terreno, ejecución de cordón cuneta y de badenes de cruce, relleno de calzada con estabilizado, ejecución de las obras meramente pluviales como excavación para obras hidráulicas, cañerías de empalme con acometidas, ejecución de sumideros tipo SP2, y SP 0,50, y cámaras de inspección»; las obras que necesitamos para la subdivisión y llegar así a tener nuestro terreno, en el que podamos construir nuestras viviendas», detalló la ciudadana.
Sin embargo, para poder avanzar con la obra -añadió Lanzini– «necesitamos contar con la aprobación de Obras Públicas del Municipio y el Secretario de Planeamiento y Obras Públicas de Tandil, Luciano Laffose, se niega a otorgarnos la certificación municipal correspondiente (aún teniendo el estudio de la provincia, aún teniendo los recursos para realizar las obras). Hoy (por ayer) presentamos en Mesa de entradas del Municipio un pedido de reunión urgente para que las autoridades nos reciban y nos expliquen por qué nos niegan la posibilidad de hacer realidad nuestro sueño de la vivienda propia. Somos 96 familias de trabajadores y trabajadoras, comerciantes, empleados y empleadas, docentes, que hicimos muchos esfuerzo para llegar hasta acá. Sólo pedimos que no conviertan nuestro sueño en una pesadilla».