Se llevó a cabo el acto, en donde pudo verse desde familias que quisieron participar, a lamentablemente algunos sectores que, como lo han venido haciendo, pretendieron monopolizar en su beneficio los derechos humanos.
Una De las tantas cosas que expresaron hoy las agrupaciones de derechos humanos fue: “Nadie ni nada desde el estado puede poner en duda que son 30.000” las victimas de terrorismo de estado durante la última dictadura.
Así lo decía el documento leído en plaza de Mayo en donde se desarrolló el acto por los 41 años del último golpe militar, en donde además aludieron a la polémica desatada con el gobierno por ese número durante los últimos meses.
En otra parte del documento, además de criticar al gobierno, dijeron que: «Nadie debe negar los crímenes ni el número de víctimas, son 30 mil personas desaparecidas. Repudiamos todo que sea negacionista».
Continuaron diciendo que “en este año se dieron enormes retrocesos en materia de derechos humanos” y que «la carta de Rodolfo Walsh se puede volver a leer, porque el plan económico del Gobierno tiene los mismos objetivos que el de (José) Martínez de Hoz».
Increíblemente el documento incluye un pedido de libertad para Milagro Sala y los otros militantes de la agrupación Tupac Amaru detenidos, y críticas a la iniciativa del gobierno de modificar la edad de imputabilidad y a la represión de las protestas sociales, lo que claramente demuestra la línea política que pretendieron bajar, ya que como se ha ido haciendo en los últimos años, un sector de la política pretendió (con algún éxito) apropiarse de los derechos humanos y los organismos que los defienden.