Esta situación comenzó a poco de la cuarentena. Con una pandemia que afectó al mundo entero, y que se veía venir un largo aislamiento, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, decidió con buen tino, emitir un decreto en el que se prohibía expresamente a las empresas despedir y /o suspender a su personal por causas de fuerza mayor, y de esta manera, evitar pagar los sueldos.
En ese momento, de manera artera y premeditada, fue cuando de pronto las empresas Fadecya y Leadcam, desoyendo y desobedeciendo el decreto presidencial, suspendieron a sus trabajadores para no pagarles el sueldo que legalmente les correspondía. Ahí fue cuando se escuchó a algún jefe decir: «si no se trabaja, no se cobra»…
Históricamente, las empresas mencionadas que son de un mismo propietario, han tenido actitudes de poca estima y valoración de sus empleados, pero esta nueva situación que le toca vivir a la gente, y cuando más respaldo necesitan los trabajadores, ha dejado en claro lo poco que le importa a los empresarios sus empleados y sus familias, que suman 80.
No les importó su gente. No les importó la decisión presidencial. Solo les importa no desembolsar el dinero que deben, y honrar la ley y sus obligaciones con los trabajadores. Inclusive, han tratado de convencer a los empleados que firmen acuerdos que no cumplen con lo debido, sino que ofrecen soluciones vergonzosas y que algunos, terminan firmando porque no pueden soportar la situación. Esto es sabido, y aprovechado por la patronal.
En este contexto, poco y nada han hecho los políticos locales por estas familias. Nadie se acercó a brindar soluciones. Hoy, todos los que en épocas electorales los esperan en la puerta para ofrecer y prometer el paraíso, brillan por su ausencia. Ni de derecha ni de izquierda. Ni oficialistas ni opositores. NADIE.
Igualmente, estos muchachos, y estas 80 familias, seguramente tomarán nota de esto, y se lo harán saber a los que pretendan luego aparecer a prometer cosas que evidentemente nunca cumplirán. Ellos no han cobrado desde abril. Habría que ver si desde la política ocurre lo mismo.
Destacamos entonces, que dentro de su pesar, y de la dificilísima situación en que se encuentran, tienen el corazón de ser agradecidos, y escribir una nota para quienes sí se han acordado que ellos existen y que deben llevar el pan a sus familias.
Nosotros, los felicitamos. Hacemos propio el agradecimiento a quienes están a la altura, y pedimos a la clase política que no crea que puede ignorar estas cosas, porque supuestamente en parte, fueron votados para contener a quienes los han elegido. Y hoy, nos representan a todos, les guste o no.
En definitiva, están para contener a los vecinos, y no para mirar hacia otro lado cuando algún empresario pretende perjudicar a los trabajadores o abusar de su poder.
ACÁ, LA NOTA DE LOS EMPLEADOS, AGRADECIENDO A QUIENES SI SE ACORDARON…