
Fue durante décadas una de las atracciones turísticas más emblemáticas de la ciudad. Ahora, tras su cierre definitivo, avanza el operativo de reubicación de sus especies y el retiro de su histórica estructura.
Tal como estaba anunciado, el pasado 31 de marzo marcó el final de una era en Mar del Plata: el tradicional parque marino Aquarium cerró oficialmente sus puertas luego de 32 años de actividad, dejando atrás una historia repleta de visitantes, espectáculos y trabajo de conservación de la fauna marina.
Ubicado frente al mar y con más de 9 hectáreas de superficie, el oceanario había abierto en 1993 y, desde entonces, se convirtió en uno de los grandes imanes turísticos de la ciudad. Shows con delfines, lobos marinos y belugas; buceo con mamíferos marinos; avistajes de flamencos, pingüinos, tortugas, lémures y aves exóticas formaban parte de una propuesta que supo recibir a más de 200 mil personas por año.
Pero además del entretenimiento, el lugar también cumplía un rol clave en la recuperación y protección de diversas especies marinas.
Tras el cierre, esta semana comenzó una nueva etapa: el desmantelamiento del predio y el traslado de los animales. Una de las postales que marcó el comienzo de ese proceso fue el retiro de la icónica escultura de tres delfines que durante años decoró el ingreso al lugar. La estructura será trasladada al Bioparque Batán, donde será exhibida como parte del recuerdo de lo que significó el Aquarium para Mar del Plata.
En cuanto a los animales que aún permanecen en el predio, se trabaja en su reubicación. Entre ellos se encuentran diez delfines, varias especies de pingüinos, lobos marinos, tiburones, peces, chuchos, lémures y una importante variedad de aves locales y exóticas.
El Aquarium había sido adquirido en 2006 por el grupo internacional Parques Reunidos, con sede en Madrid, y desde entonces formaba parte de un holding de parques temáticos y acuarios a nivel mundial.
Hoy, el histórico predio ubicado en Punta Mogotes comienza a desdibujarse, pero el recuerdo de generaciones enteras que lo visitaron seguirá vivo en la memoria de marplatenses y turistas.