CHASCOMÚS- Nadie puede negar, que la ciudad de Chascomús, es una ciudad bendecida por Dios, y que cuenta con varios atributos y atractivos que la hacen un verdadero «Paraíso Cercano», como rezaba en algún momento el slogan turístico.
Pero la realidad, es muchas veces peor que una pesadilla. A esta altura de la temporada alta, es una verdadera vergüenza que la oficina de turismo no está funcionando. En los inicios de la temporada, mientras se transita la primera quincena de enero, los sitios que deberían brindar asesoramiento y servicio al turista, están con sus puertas cerradas y sin atención al público. Aparentemente sería por contagio de Covid, como ha sucedido en otras dependencias municipales, pero en esos casos si, como por ejemplo en la oficina de registros de conducir, se ha seguido atendiendo, con gente que reemplaza a los enfermos.
También, existen una gran cantidad de oficinas en desuso, que podrían utilizarse a tal efecto, para no dejar sin atención a quienes visitan nuestra ciudad. Tal es el caso de por ejemplo lo que era «Macoba o el edificio del turista»; a su lado, la vieja oficina de turismo, donde salvo el actual, trabajaron todos y cada uno de los secretarios de turismo sin ningún problema o el mismo edificio de «Los Toldos» que no mantiene una guardia, poniendo el código QR, como para que uno se maneje con eso, pero muchas veces es necesario contar con un ser humano que nos atienda, oriente y asista, más allá de la tecnología, que bienvenida sea.
De por si, es inconcebible, que tanto el secretario de turismo, como la dirección trabajen desde el municipio, sin presencia en la costanera, pero esto ya es una ausencia total.
Lamentablemente es algo más que se suma a la lista de hechos como la desatención de las concesiones, estacionamiento medido en el camino de circunvalación, falta de baños públicos y de algún transporte para quienes arriban en el tren, etc.
La gente viene, porque la ciudad es hermosa, pero si se la maltrata, difícilmente regrese. Eso también es patrimonio de todos, que no puede ni debe ser descuidado por quienes están de turno, administrando la ciudad.