En «Medios Coranto», se publicó una nota de opinión del dirigente chascomunense José Fares, en donde hace un análisis de la actualidad. Por tal motivo, y porque estamos en la seguridad que este tipo de escritos enriquece a todas las personas, más allá de las coincidencias ideológicas, decidimos reproducirla, para que nuestros lectores tengan la posibilidad de leerla.
Quienes conocemos a José, sabemos de su bonhomía. Un hombre que siempre está dispuesto a ayudar a los demás y un soñador de la política, que muchas veces resigna cosas en pos de lo que considera «el bien común». Nunca deja de lado a quienes lo acompañan, sino que por el contrario, los prioriza. Activo en el trabajo y así fue cuando le ha tocado gestionar. Siempre pensando en Chascomús y sus posibilidades de crecimiento y desarrollo. Familiero, y amigo de sus amigos. En definitiva, un gran tipo.
LA NOTA DE JOSÉ:
Raúl Alfonsín solía decir que Chascomús era el mejor lugar para vivir. Un atrevido Secretario de Turismo local osó completar la frase del ex presidente, afirmando que el mejor lugar para vivir, era el mejor lugar para visitar.
Si nos ubicamos en la ciudad de la majestuosa laguna, notaremos claramente que de manera piramidal, los tres socios mayoritarios que conforman el «Frente de Todos» se reparten el ejercicio del poder.
Así, el intendente Gastón representa al sector de Sergio Massa, el gobernador expresa el núcleo del kirchnerismo duro y el Presidente aglutina al PJ tradicional, en apariencia más moderado.
Sin embargo, a pesar de las diferencias internas, tienen varios denominadores comunes, razón lógica por la que se unieron para enfrentar con éxito a Cambiemos. En uno de esos denominadores comunes es que quiero detenerme, y es la tendencia al pensamiento único, viendo al adversario como enemigo al que hay que demoler y castigar. La pandemia le ha venido como anillo al dedo a los tres, para gozar de un ejercicio hegemónico del poder, y queriendo instalar algo así como un «totalitarísmo sanitario».
Nadie puede cometer la temeridad, no ya de criticar, que sería un extremo gravísimo, sino tan siquiera de formular tímidamente un pensamiento distinto, una idea alternativa, sin que de manera inmediata sea tildado de anticuarentena, de agente de la oposición, de propiciar la muerte de miles de hermanos, y otros tantos disparates más que sería tedioso enumerar. Y ahí vemos al Presidente, al Gobernador y al Intendente, enojándose cuando les dicen que la gente se angustia, y retándonos a todos en sus apariciones públicas o videos institucionales.
Creo que la pandemia tiene varios planos, y algunos solo quieren ver el estrictamente infectológico, obviando el económico, el psíquico, el emocional, etc., y también creo que cada quien debería ser dueño de priorizar el que considere, sin ser por ello sometido al juicio injusto de jurados conformados por los adeptos al gobierno. Sería propicio que el Comité de Notables que asesora al Presidente, sumara también a un clínico, un cardiólogo, un psiquiatra, a un neurólogo y a un psicólogo.
Es por ello que felicito la actitud valiente de los muchos comerciantes que a lo largo y ancho de la patria han alzado sus voces para ser escuchados. Entiendo que la tozudez de algunos gobernantes, es consecuencia del pánico que les produce la situación, y la pesada mochila que deberían cargar de multiplicarse los casos. Y el costo político a pagar sería enorme. Pero la pavura de ellos no debe arrastrarnos a escenarios sin horizontes a la vista.
Un dato: Los supermercados estuvieron habilitados para trabajar desde el minuto 0 de la cuarentena, por ser considerada naturalmente una actividad esencial. Estas grandes superficies comerciales emplean un total de 100.000 trabajadores, y no se conoce un solo caso de contagio. No se ha reportado un solo positivo por hacer fila en un negocio, para hacer una compra. Al contrario, el problema en Chascomús fue por descuido de quienes dicen cuidarnos.
Como dije antes, no es momento de críticas, sí de poner el hombro. Como dice Emilio Monzó, quizá el diálogo y los acuerdos no nos garanticen el éxito, pero los desencuentros y el sectarismo sí nos garantizan el fracaso. En 2001 solo Argentina estaba en crisis, el mundo traccionaba y compraba nuestros valiosos commodities.
Hoy el mundo está en crisis, y lo que viene, debemos construirlo.
José Fares (Ex Secretario de Turismo)