
Luego de dos largos años de tomado el predio por supuestos Mapuches, la justicia hizo que premie la cordura y que se retiren los usurpadores.
06 de Marzo de 2025
RÍO NEGRO – El gobierno de Río Negro concretó hoy el desalojo de un predio forestal ubicado entre Bariloche y El Bolsón, ocupado ilegalmente desde 2021 por la comunidad autoproclamada mapuche Lof Quemquemtreu. El grupo ingresó al terreno alegando una supuesta «recuperación de tierras ancestrales», pero la Justicia determinó que se trató de una usurpación.
El plazo para que los ocupantes abandonen el lugar de manera voluntaria venció el pasado fin de semana. Ante la negativa de los usurpadores, la Policía de Río Negro ejecutó este jueves la orden judicial de desalojo. Sin embargo, los ocupantes ya habían huido antes del operativo.
Una ocupación ilegal disfrazada de reivindicación
El terreno en cuestión pertenece al empresario forestal Rolando Rocco, quien desde 1981 desarrolla actividades productivas en la zona. La comunidad mapuche irrumpió en el lugar el 18 de septiembre de 2021, ocupando dos lotes y bloqueando su explotación.
Desde el inicio, la usurpación fue presentada por el grupo como una «recuperación ancestral», pero la Justicia falló en contra de los ocupantes. Se constituye que Rocco era el legítimo poseedor y que su derecho fue violentado por la intrusión. Tres miembros de la comunidad fueron condenados a un año y seis meses de prisión en suspenso, mientras que otros tres fueron sobreseídos.
La ocupación no solo generó conflictos legales, sino que también tuvo episodios violentos. En el predio ocurrió el asesinato de Elías Garay, integrante de la Lof Quemquemtreu, crimen por el que fueron condenados dos socios comerciales de Rocco.
El avance de los grupos mapuches radicalizados
La comunidad Lof Quemquemtreu ha mantenido vínculos con otros grupos radicalizados, como la Lafken Winkul Mapu, conocida por sus ocupaciones violentas en Villa Mascardi. Incluso se sospecha que en este predio estuvo oculto Facundo Jones Huala, líder de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), mientras era buscado por la Justicia chilena.
Los ocupantes destruyeron parte del bosque, derribando árboles para construir estructuras precarias y colocando pancartas con consignas de su grupo. También exigieron reiteradamente negociaciones con el gobierno provincial, pero sin dejar de lado su objetivo final: consolidar la usurpación.
Un conflicto reiterado y una justicia que tarda en actuar
El desalojo de este jueves marca el final de otra toma ilegal, pero no es un caso aislado. En enero ocurrió una situación similar en el Parque Nacional Los Alerces, donde otro grupo mapuche abandonó la usurpación antes del ingreso de las fuerzas de seguridad.
A pesar de los reiterados fallos judiciales en contra de estas ocupaciones, la reacción del Estado suele ser tardía. En este caso, la usurpación se extendió por más de dos años antes de que la Justicia ordenara la restitución del terreno a su legítimo propietario.
Los autodenominados «pueblos originarios» han utilizado el discurso de la recuperación ancestral como excusa para apropiarse de tierras privadas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos grupos no pueden demostrar vínculos históricos con los terrenos ocupados.
El desalojo de hoy es un paso más en la recuperación del orden legal en la Patagonia, pero la amenaza de nuevas usurpaciones sigue latente.
fuente/imagen: Infobae
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