Varios vecinos se pusieron en contacto con nosotros por una lamentable situación que habría ocurrido durante el día viernes en la oficina donde se sacan y renuevan las licencias de conducir.
Según nos han comentado (y nos han confirmado empleados del lugar) la concejal (Mandato Cumplido) de procedencia gremial Cecilia Machado, se presentó al lugar, solicitando las boletas nacionales y provinciales que se pagan los timbrados, y ahí aparecieron los detalles de las multas. Que en estos casos, nos aseguran que «tienen sentencia» y deben ser pagadas.
Esto, provocó la ira de la concejal, que preguntó por qué debía pagarlas, y se le explicó que eso obedecía a que las multas «estaban con sentencia». Según nos refirieron, Machado habría comenzado a gritar que «a mi que me importan las multas, soy concejal» mientras las empleadas del lugar trataban de explicarle que debía abonarlas. Luego, el jefe del lugar, tuvo que salir e intervenir, repitiéndole que las infracciones tienen sentencia firme y deben ser pagadas.
Machado, lejos de calmarse, se retiró muy enojada, y nos dicen que habría gritado «¡entonces voy a andar sin licencia! y ¡qué me importa la licencia!» al tiempo que pegaba un fuerte portazo que nos relataron que hizo temblar todos los vidrios.
Los vecinos que se pusieron en contacto, hicieron mención a que un funcionario público, por lo menos debería dar el ejemplo.
Sin palabras.