La AFA volvió a sorprender —para mal— con un trofeo improvisado, creado sobre la marcha y entregado sin reglas claras. Rosario Central, legítimo líder del año, termina envuelto en un reconocimiento que no necesitaba para validar su campaña. Otra muestra de un sistema acomodado, errático y cada vez más alejado de la transparencia.
20 de Noviembre de 2025
Central no tiene la culpa. Pero merece algo mejor.
Si hay un equipo que no necesitaba esta novela, es Rosario Central.
Fue primero de punta a punta. Perdió solo dos partidos. Clasificó a la Copa Libertadores. Jugó mejor que todos. Punto.
Que se lo intente maquillar con un galardón improvisado es, paradójicamente, minimizar su mérito.
¿Para qué agregarle brillo artificial a algo que ya brillaba por sí solo?
Reconocer la Tabla Anual es lógico. Hacerlo sin reglas previas, sin aviso, sin formato establecido, es una falta de respeto no solo a Central, sino al fútbol argentino entero.
COMUNICADO DE LA LIGA PROFESIONAL DE FÚTBOL
El Comité Ejecutivo de la Liga Profesional de Fútbol resolvió considerar como Campeón de Liga al equipo que finalice primero en la Tabla Anual, es decir, al que acumule la mayor cantidad de puntos a lo largo de la temporada, además de los beneficios previamente estipulados (acceso a la Supercopa Internacional y clasificación a la CONMEBOL Libertadores).
Tras la reunión del Comité Ejecutivo, en la que por unanimidad se decidió incorporar este nuevo título de competencia anual, también se determinó reconocer como Campeón de Liga 2025 a Rosario Central, al haber sido el equipo que más puntos sumó durante el año.
(…)
“Desde el día que empezamos a conducir el club decidimos que Rosario Central debía volver a ser protagonista. Este plantel, este año, nos hizo disfrutar mucho eso. Estamos agradecidos a todos, también a la Comisión Directiva y, sobre todo, a la gente”, destacó Gonzalo Belloso.
“Queremos reconocer el trabajo de todos y la decisión que se ha tomado —también pensando en el futuro— de premiar lo hecho durante todo el año”, concluyó Carolina Cristinzano.
REFLEXIÓN
El fútbol argentino necesita reglas claras, estables y respetadas.
Crear trofeos sobre la marcha no aporta transparencia, ni credibilidad, ni orden.
Rosario Central ganó más puntos que nadie y lo hizo jugando al fútbol.
Ese es el único título que nadie puede discutirle.
Todo lo demás es, simplemente, otro capítulo del desorden crónico que gobierna a la AF
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