Aseguró que «Me tocó los pechos y me preguntó cuándo íbamos a tomar un café». Y contó que un asesor le «introdujo» la lengua en su boca «con violencia». La declaración completa.
Una empleada del Congreso denunció haber sido víctima de un abuso sexual del senador radical Juan Carlos Marino, vicepresidente primero de la Cámara alta y presidente de la bicameral que supervisa los organismos de inteligencia.
En su relato, la damnificada, identificada como Claudia Mabel Guebel, relata que Marino le tocó los pechos y en otra ocasión un asesor le «introdujo» su lengua en su boca «con violencia». La denuncia será instruida por el fiscal Federico Delgado y fue sorteado el juez Ariel Lijo.
Marino es oriundo de la Miguel Riglos, una pequeña comunidad de La Pampa en la que fue intendente entre 1995 y 2003, cuando llegó al Senado y nunca más se fue. Siempre hizo valer su cercanía al operador Enrique «Coti» Nosiglia para tener cargos relevantes, pero no le alcanzó para pelear por la gobernación de su provincia.
Guebel cotó que empezó a asesorar al pampeano por recomendación de Hipólito Solari Yrigoyen, pero le pidió que cumpliera funciones desde su domicilio elaborando informes de debates parlamentarios y comisiones.
«Yo me acerqué laboralmente a Marino porque él presidía la Comisión de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia desde hacía muchos años, y pensé que para mí iba a ser una posibilidad de contribuir y de aprender. Yo hice la Escuela de Defensa Nacional y un Posgrado en No Proliferación de Armas de Destrucción Masiva en NPSGLOBAL, ilusamente pensé que trabajar junto a él era el lugar indicado para mí», relata.
Después detalla su infierno. «Al mes de empezar a trabajar con Marino, empecé a recibir mensajes de whatsapp a mi teléfono celular , que conservo actualmente, lo que efectuaba desde su teléfono celular. En esos mensajes me decía «Donde estás?» «Donde vivís?» «Voy a estar por allá. Me doy una vuelta» «Preparate, que voy a tu casa», describe.
«Me enviaba videos alusivos al sexo. Quiero aclarar que yo no tenía vínculo alguno con él, ni de confianza ni de amistad. Este tipo de mensajes me los enviaba constantemente, varias veces por semana. Yo trataba de contestarle con respuestas evasivas que no comprometieran mi trabajo y que tampoco le den a pensar que yo estaba interesada en lo que me proponía».
«Los día 14 de cada mes me presentaba personalmente en el despacho del Senador para conseguir la firma del certificado de asistencia. La primera vez que me presenté en el despacho de Marino, me hizo pasar a su oficina donde se encontraban varias asistentes que al notar mi presencia automáticamente salieron del despacho».
«Una vez que nos encontramos solos directamente me toco los pechos, y me preguntó cuándo íbamos a tomar un café, me dijo que aguardara su llamado que en cualquier momento nos veíamos. También me dijo que me manejara con su jefe de despacho, Pedro Fiorda, alias ´Cachi´».
«Al mes siguiente, concurrí al despacho del Senador, me atendió en esta oportunidad Pedro Fiorda, quien me hizo pasar a su oficina, en esta ocasión me dio conversación, me invitó a sentarme, me comentó que Marino tenía aspiraciones de ser Gobernador de la Provincia de La Pampa y que tenía intenciones de hacer una operación política acusando de pedofilia al por entonces pre candidato a Gobernador de La Pampa por Cambiemos».
«Luego de ello, Fiorda me tomó de los dos brazos con fuerza, y me introdujo su lengua dentro de mi boca con violencia, yo intenté separarlo pero no lo logré. Luego me dijo «Te voy a llamar a ver como seguimos».
«Los días siguientes a este episodio me llamó insistentemente a mi teléfono celular desde el suyo, para que nos veamos. Yo nunca atendí. Sentí asco y mucho miedo por lo que había sucedido. Al día siguiente, caí en cama con un fuerte cuadro de stress, fiebre alta, ganglios inflamados y dolor en todo el cuerpo. Todo ello se puede corroborar a través de OSDE puesto que llamé al servicio de emergencias de mi Obra Social por esta situación».
«No recuerdo con precisión qué día ocurrió lo que describo, pero sí que fue un 14 o 13 de marzo o abril de este año aproximadamente. Cuando me recuperé físicamente, tuve que ir a firmar mi presentismo, le solicité a Claudio Presman, actual titular del INADI, y amigo personal mío, que me acompañe«.
«Luego de lo ocurrido a mi pedido, con la ayuda de Presman, me trasladaron a la Dirección General de Investigación y Capacitación del Senado de la Nación, cuyo director es Fernando Bernabé Rocca, donde cumplo funciones actualmente», culminó su declaración.
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