El padre José Palmar, sacerdote de una parroquia muy pobre de Maracaibo, criticó las declaraciones del Papa acerca de la crisis en Venezuela “Tiene un alto desconocimiento de nuestra realidad, solo recibe informes”.
Hace unos días, cuando regresaba de Egipto, el Papa Francisco tuvo una charla con los periodistas e el avión, y entre otras cosas se refirió a la crisis Venezolana, en donde entre otras cosas aseguró que estaba dispuesto a “mediar” entre Nicolás Maduro y la oposición, siempre y cuando haya condiciones claras.
En esa declaración, el Pontífice declaró que uno de los problemas para su acción son las divisiones dentro de la oposición venezolana. Esa reflexión suscitó la respuesta de la Mesa de Unidad Democrática y el enojo de algunos miembros de la iglesia venezolana como el padre José Palmar.
Este cura, que lleva 27 años como párroco de Nuestra Señora de Guadalupe en Maracaibo, está indignado con la declaración de Francisco. «Yo la califico como de alto desconocimiento de la realidad en Venezuela», sentenció en diálogo con Infobae.
La nota fue un verdadero logro para INFOBAE, ya que hablar con este «cura pobre», como él mismo se define, no fue fácil. Ni él ni su parroquia tienen teléfono. La propia Arquidiócesis de Maracaibo tiene que contactarse con familiares para ubicarlo. Infobae llegó a él a través de un vecino que, con mucha voluntad, caminó hasta la iglesia para hacer contacto. Luego, Rosa -otra colaboradora de la parroquia- se ofreció a ir a buscarlo y darle su propio celular para facilitar la conversación.
«Lamento mucho que el Papa haya emitido una opinión sobre la oposición venezolana, porque no conoce la realidad. Aquí hay dos elementos: la oposición política y la oposición ciudadana… que somos los que hemos puesto los muertos, los que hemos puesto los presos, los que hemos puesto el pecho a las bombas, somos los hombres y mujeres que enfrentamos a los esbirros y violentos del chavismo y a los cuerpos represivos en cualquier avenida y calle de Venezuela», dice emocionado.
Para él, es lamentable «el mutismo de Francisco sobre la realidad totalitaria, dictatorial y violenta del régimen de Nicolás Maduro».
Que el Papa hablara de «división de la oposición» fue un golpe para el cura: «Se atrevió a decirlo porque carece de elementos».
Según dijo, sintió la «inestima» con la que el Pontífice trató a los venezolanos. «No nos dio nada que nos levante, no nos dio una motivación que nos levante el alma o la esperanza. Estamos en tiempos de Pascua, y lo que nos dijo fue como si le hubiera dicho a Lázaro, que estaba muerto en la cueva: ‘Mira, no vas a resucitar, te vas a quedar allí, podrido en una cueva'», sentencia.
Cuando Infobae le preguntó que hubiera esperado de Francisco, Palmar exigió una interpelación a Nicolás Maduro. «No le dijo nada al régimen, no se expresó sobre el estado de hambruna, muerte y miseria. Habló de nuestra división… ¿Y del otro lado qué?, allí están unidos para hacer daño, para hacer añicos nuestro país».
Palmar esperaba la «denuncia profética» de Francisco. Porque, según reconoció, un «regaño» a la oposición no hubiese sido un problema si también dedicaba una palabras contra el régimen de Maduro, «que está inmerso en el narcotráfico y el terrorismo». Y agregó enojado: «No dijo nada de ello, nada».
El Papa debería decirle a Nicolás Maduro que permita que vengan los barcos con comida, los aviones con medicina
Cuando el cura habla del «desconocimiento de la realidad venezolana» que, a su entender, muestra Francisco, le está exigiendo que se implique más en la crisis. «El Papa está muy lejos, sólo recibe informes. Me gustaría que enviara a un comisionado que se reuniera con nosotros, porque mandó a un delegado pontificio que sólo se juntó con el sector partidista y los curas de barrio, los curas pobres, nunca tuvimos acceso», reclama.
La realidad que describe, y la que quiere que vea Francisco, es muy cruda: «Nos estamos muriendo de hambre, no hay nada que comer, no hay insumos para pacientes, aquí los niños se nos mueren y el Papa debería decirle a Nicolás Maduro que permita que vengan los barcos con comida, los aviones con medicina«.
Palmar cuenta lo que ve. «Habla un cura de un barrio donde los pobres están todos los días comiendo basura. El domingo hacemos un olla comunitaria para que coman 300 personas y esa es la única comida caliente que tienen en el día».
Para él, Francisco debería hablar de la ayuda humanitaria, debería «abogar por los presos políticos y exigir que se respete la Constitución».
Lo que quiere el religioso es que «se llamen a las cosas por su nombre». Y él lo dice sin miedo a represalias: «En Venezuela estamos en dictadura totalitarista».