Villarruel mueve fichas en el Senado y suma a un viejo conocido de Milei

Con la llegada de Mario «Pato» Russo, se reconfigura el poder en la Cámara Alta mientras crecen las sospechas en la Casa Rosada.

15 de Abril de 2025

Victoria Villarruel comenzó a redibujar su entorno más cercano en el Senado tras la salida de su secretaria administrativa, María Laura Izzo. El nuevo protagonista del tablero es Mario “Pato” Russo, politólogo con pasado como consultor de Javier Milei y actual colaborador del exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno. Su irrupción generó ruido tanto en el Congreso como en Balcarce 50.

Aunque Russo y Villarruel se conocen desde la pospandemia —frecuentemente vistos compartiendo charlas políticas en la pizzería El Cuartito—, en los últimos días su presencia constante en el Palacio Legislativo despertó sospechas. Aún sin un cargo formal, su rol se asemeja al del asesor todoterreno Santiago Caputo, lo que llevó a algunos legisladores a calificarlo como “la némesis” del joven operador de Milei.

“Es el enemigo íntimo”, ironizó una fuente parlamentaria, marcando el contraste entre ambos perfiles. Mientras Caputo fracasó en articular los acuerdos necesarios para cubrir las vacantes en la Corte Suprema, Russo parece haber ganado terreno con discreción, alineándose con sectores que apostaron por una consolidación del poder de Villarruel en el Senado.

Rediseño quirúrgico del poder interno

Más allá de su nuevo asesor, la vicepresidenta también avanzó con una serie de cambios estratégicos. Desplazó al director de Recursos Humanos, Gonzalo Izurieta, y lo reemplazó por Alejandra Figini. También echó al responsable de Publicaciones, Federico Pávito, y puso en su lugar a Griselda García Ortiz.

La reconfiguración se da en un contexto de tensión con la oposición y de desgaste en los intentos de Caputo de influir en la agenda judicial. “Tras la salida de Izzo, no pudo nombrar a su amigo Emilio Viramonte”, confió un despacho opositor.

Sin un secretario administrativo oficial, ese cargo clave quedó temporalmente en manos de Lucas Clerc, vinculado al radicalismo. Por eso, Villarruel tomó la delantera y empoderó a figuras de su confianza como Iris Speroni en Auditoría y Claudio Gallardo en Seguridad, un militar con pasado en Inteligencia durante el gobierno de Mauricio Macri y allegado al exjefe del Ejército César Milani.

“El triángulo de Villarruel” inquieta al oficialismo

Según fuentes del Senado, se estaría gestando una estructura paralela en torno a Villarruel, encabezada por Russo, Speroni y Gallardo. La estrategia incluiría bajas de contratos en despachos opositores, mientras se favorece el ingreso de personal leal a la vice en planta permanente. «Te bajan a alguien de tu equipo y después tenés que sentarte con ella a negociar si lo reincorporan. Es una jugada política», explicó una fuente legislativa.

En la Casa Rosada, no disimulan la preocupación. Russo no solo se muestra como un actor con ascendencia sobre Villarruel, sino que también se reivindica como el “arquitecto” de la fórmula presidencial Milei-Villarruel. En una entrevista con Daniel Tognetti, afirmó sin rodeos: “Yo dictaminé que así fuera”.

A eso se suma su vínculo con Guillermo Moreno, ahora devenido panelista y figura incómoda para el gobierno libertario. “Russo es un punto de encuentro entre el peronismo clásico que representa a Moreno y el nacionalismo de derecha que encarna Villarruel”, reflexionó desde el Senado.

Por ahora, desde el entorno de la vicepresidenta niegan que haya un armado político en marcha. Pero los movimientos —y los silencios.

fuente e imagen: La Política online

DÉJANOS TU COMENTARIO

ESCRIBE AQUI

Tu dirección de correo no será publicada.


*