Pese a que un grupo de madres preocupadas por la cercanía de las fiestas juntó firmas y elevó una propuesta de “prevención” para contener a los jóvenes, el Municipio no se dignó siquiera a responder la misma, con los resultados que todos conocemos.
Días atrás, y ante la inminente llegada de la navidad, un grupo de madres, preocupadas por los distintos aconteceres cargados de violencia y descontrol que se han ido suscitando en las llamadas “Fiestas Clandestinas”, hicieron llegar una nota a la Municipalidad de Chascomús, con la inquietud del caso.
La nota en cuestión, que publicamos oportunamente, lleva el planteo de las madres de que se orqueste la forma de realizar esos festejos, en algún lugar que cubra las necesidades de “capacidad” y de manera controlada, para evitar precisamente lo que luego ocurrió.
En la misma nota, se pedía que esto se lleve a cabo desde el municipio, o se pida ayuda al gobierno provincial a tal efecto, para tratar de alguna manera de garantizar la tranquilidad de los festejos, y de los chicos que concurren.
Lamentablemente, las mamás tenían razón. No solo se desarrollaron distintos festejos y “juntadas” en distintos lugares de la vera de la laguna, sino que además hubo incidentes de todo tipo, con heridos, contusos, y hasta un apuñalado, que podrían haberse evitado o al menos, controlado de alguna forma.
No decimos que la solución mágica era la propuesta elevada al municipio, pero sí, era por lo menos una buena iniciativa. El problema, es que desde el municipio, ningún plan se trazó. Al menos eso es lo que se vio. Se permitió abiertamente que se armen esas pequeñas grandes fiestas, y luego la policía se limitó a “arrear a los jóvenes desde la laguna hacia el centro”, donde también hubo graves incidentes.
Igualmente esto no es culpa de la policía, sino de cómo se los conduce. Es al parecer una mezcla de soberbia y orgullo de las autoridades. No solo desestimaron la propuesta que presentaron las madres con firmas que la acompañaron, sino que además ni siquiera se dignaron a contestarla, aunque sea respondiendo en forma negativa. Debieron hacerlo. Por lo menos por educación.
Pero nada. Simplemente lo ignoraron, como si les sobraran ideas y tuvieran el problema controlado o resuelto.
Ahora se aproximan las fiestas de Fin de Año. ¿Qué va a hacer el Secretario de Seguridad y el Intendente? ¿Habrán elaborado un plan de prevención, o simplemente seguirán en la misma posición de no hacer nada ni escuchar a nadie?
Veremos qué pasa. Esperemos que Dios siempre acompañe a nuestros jóvenes, y que no ocurra una desgracia, que solo por milagro no ha ocurrido.
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